50 años de la Noche de los Bastones Largos

Hace 50 años, el 29 de julio de 1966, la dictadura del General Onganía, que había derrocado a Arturo Illia apenas un mes antes, ponía fin a la etapa más brillante de progreso científico y tecnológico de nuestra Nación al intervenir las Universidades Nacionales expulsando y encarcelando a docentes, investigadores y alumnos en lo que se conoció como la “Noche de los Bastones Largos”.

La Argentina entraba así en una penumbra de la que saldría en forma definitiva recién en 1983 y que tuvo su momento de máximo horror con la dictadura instaurada en 1976 y con los 30.000 desaparecidos que todavía nos duelen a todos los argentinos.

La Noche de los Bastones Largos tuvo un claro objetivo, silenciar y empujar al exilio a las voces más brillantes de nuestro país, para allanar así el camino a la opresión y la violencia.

A 50 años de aquella jornada nefasta y después de más de 30 años de haber recuperado la democracia, los argentinos tenemos que reafirmar nuestro compromiso con las ideas que nos llevaron a ser un faro de la ciencia a nivel mundial, y que son además una herramienta fundamental para que nuestra sociedad se desarrolle en paz y en democracia.